Los scones integrales caseros son una opción versátil y nutritiva para disfrutar en tus meriendas o desayunos. Su sabor rústico y su textura esponjosa los convierten en un acompañamiento perfecto para diversas ocasiones. La harina integral, rica en fibra y nutrientes, aporta beneficios adicionales a esta receta clásica. ¡Seguí esta guía paso a paso y prepará unos scones irresistibles!
Los scones tienen sus raíces en Escocia, donde se consumían desde hace siglos. Originalmente, eran panes planos cocinados sobre una plancha de hierro. Con el tiempo, la receta evolucionó y se popularizó en el Reino Unido, especialmente durante la época victoriana, cuando se convirtieron en un elemento esencial del té de la tarde. En Argentina, los scones llegaron con la inmigración británica y se adaptaron a los gustos locales, convirtiéndose en un clásico de las meriendas.
Consejos para Scones Integrales Perfectos
Manteca fría: La manteca debe estar bien fría para que se integre a la harina creando una textura arenosa.
No amasar en exceso: Amasa la masa lo mínimo posible, solo hasta que se unan los ingredientes. El exceso de amasado hará que los scones queden duros.
Horneado perfecto: Hornea hasta que estén dorados, pero no demasiado, para que no se sequen.
Harina integral de calidad: Utiliza harina integral de buena calidad para obtener un mejor sabor y textura.
Polvo de hornear fresco: Asegúrate de que el polvo de hornear esté fresco para que los scones suban correctamente.
Corte limpio: Corta los scones con un cortante afilado o un cuchillo, presionando hacia abajo en lugar de arrastrarlo, para evitar que se deformen.
Pincelar con leche: Para un dorado extra, pincelá los scones con leche antes de hornear.
Descanso en frío: Si la masa está muy blanda, envolverla en film y refrigerar 30 minutos antes de cortar los scones.
Variantes de Scones Integrales Caseros
Opciones Dulces:
Scones de arándanos y limón:
Agregá 1 taza de arándanos frescos o congelados y la ralladura de 1 limón grande a la masa.
El toque ácido del limón y la dulzura de los arándanos crean una combinación refrescante y vibrante.
Podés espolvorear azúcar impalpable por encima antes de servir para un toque extra de dulzura.
Scones de pasas y canela:
Incorporá 1/2 taza de pasas de uva y 1 cucharadita de canela en polvo a la mezcla de ingredientes secos.
Perfectos para una tarde acogedora, con un aroma cálido y especiado que evoca recuerdos de la infancia.
Podés agregar un toque de nuez moscada o jengibre en polvo para intensificar el sabor especiado.
Scones de manzana y nueces:
Agregá 1 manzana pequeña, pelada y cortada en cubos pequeños, y 1/4 taza de nueces picadas a la masa.
Una opción otoñal y reconfortante, con una textura crujiente y un sabor dulce y ligeramente ácido.
Podés caramelizar las manzanas en una sartén con manteca y azúcar antes de agregarlas a la masa.
Scones de chocolate y naranja:
Agrégale a la preparación chips de chocolate, y ralladura de naranja.
Una combinación irresistible para los amantes del chocolate.
Se puede realizar un glaseado de naranja para decorar.
Scones de banana y dulce de leche:
Agregar a la preparación banana pisada, y luego rellenarlos con dulce de leche.
Opciones Saladas:
Scones de queso y hierbas:
Añadí 1/2 taza de queso rallado (cheddar, parmesano, gruyere, etc.) y 2 cucharadas de hierbas frescas picadas (romero, tomillo, ciboulette, etc.) a la masa.
Ideales para acompañar sopas o ensaladas, con un sabor intenso y aromático que estimula el apetito.
Podés agregar un toque de pimienta negra recién molida para realzar el sabor.
Scones de tocino y cebolla:
Incorporá 1/4 taza de tocino crujiente picado y 1/4 taza de cebolla caramelizada a la mezcla.
Una opción sabrosa y contundente, perfecta para un desayuno especial o un brunch de fin de semana.
Podés agregar un toque de queso ahumado para intensificar el sabor.
Scones de tomate seco y aceitunas:
Agregá tomates secos hidratados y picados, y aceitunas negras o verdes picadas a la masa.
Una opción con sabores mediterráneos, ideal para acompañar ensaladas o tablas de quesos y fiambres.
Se puede agregar oregano, o albahaca.
Scones de queso azul y nueces:
La intensidad del queso azul se equilibra con la textura crujiente de las nueces.
Scones de espinaca y queso feta:
Agregale a la preparación espinaca previamente salteada, y queso feta desmenuzado.
Variantes Creativas:
Scones marmoleados:
Dividí la masa en dos partes y agregá cacao en polvo o colorante vegetal a una de ellas.
Luego, combiná las dos masas de forma irregular para crear un efecto marmoleado.
Esta técnica permite crear scones visualmente atractivos y con sabores diferentes en cada bocado.
Scones rellenos:
Estirá la masa y cortá círculos más grandes.
Colocá el relleno en el centro (dulce de leche, queso y jamón, etc.) y cerrá los bordes formando una empanada.
Esta opción es ideal para crear scones individuales con rellenos variados y personalizados.
Scones con topping crujiente:
Antes de hornear, espolvoreá la superficie de los scones con una mezcla de azúcar y canela, granola, o semillas.
Esto le dará un toque crujiente y un sabor extra a los scones.
Consejos para las Variantes:
Asegurate de que los ingredientes adicionales estén bien integrados en la masa para que se distribuyan de manera uniforme.
Si usás frutas o verduras con mucha humedad, es posible que necesites ajustar la cantidad de harina o leche en la receta.
Experimentá con diferentes combinaciones de ingredientes y descubrí tus sabores favoritos.
Se puede realizar una version vegana, reemplazando la manteca por aceite de coco, y la leche por leche vegetal.
Acompañamientos Dulces y Salados
Dulces:
Dulce de leche:
En su versión clásica, cremosa y untable, o en su versión repostera, más densa y firme.
Ideal para rellenar los scones o untarlos generosamente.
Mermeladas caseras:
De frutilla, durazno, membrillo, frambuesa, arándanos, higos, o cualquier fruta de estación.
Aportan un toque dulce y frutal, con diferentes texturas y sabores.
Miel de abeja:
Un endulzante natural y saludable, con diferentes variedades según las flores que visitan las abejas.
Perfecta para quienes prefieren un toque de dulzura más sutil.
Dulce de batata o membrillo:
Clásicos de la repostería local, con su textura firme y sabor dulce e intenso.
Se pueden cortar en cubos y acompañar los scones, o usar para rellenarlos.
Crema de leche batida:
Batida a punto chantilly, con o sin azúcar, para un toque de indulgencia y cremosidad.
Se puede aromatizar con vainilla, canela o ralladura de cítricos.
Frutas frescas:
Rodajas de banana, frutillas, duraznos, uvas, manzanas, peras, o cualquier fruta de estación.
Aportan frescura, vitaminas y un toque de acidez que equilibra el dulzor de los scones.
Higos en almíbar:
Un acompañamiento dulce y sofisticado, ideal para ocasiones especiales.
Se pueden servir enteros o cortados en trozos, acompañados de su almíbar.
Dulce de zapallo:
Un clásico dulce regional, que le aporta un sabor único a la merienda.
Hummus, guacamole, paté, tapenade, queso crema saborizado con hierbas o especias.
Ideales para untar los scones y acompañar con vegetales o fiambres.
Huevos:
Huevos revueltos, o huevos duros en rodajas.
Pescados:
Salmón ahumado, o atún.
Combinaciones creativas
Opciones Dulces:
Scones con dulce de leche y nueces pecan: La combinación clásica del dulce de leche se eleva con el toque crujiente y ligeramente amargo de las nueces pecan.
Scones con mermelada de frutos rojos y queso brie: El contraste entre la acidez de los frutos rojos y la cremosidad del queso brie crea una explosión de sabores.
Scones con miel de lavanda y higos frescos: La miel de lavanda aporta un aroma floral y delicado, que se complementa a la perfección con la dulzura de los higos.
Scones con crema de mascarpone y frutillas: La crema de mascarpone, suave y untuosa, se combina con la acidez y frescura de las frutillas.
Scones con dulce de membrillo y queso patégrás: La combinación de dulce y salado, el dulce de membrillo y el queso pategrás, un clásico de la cocina Argentina.
Opciones Saladas:
Scones con salmón ahumado, queso crema y eneldo: Una combinación elegante y sofisticada, con el sabor intenso del salmón y la frescura del eneldo.
Scones con jamón crudo, rúcula y queso parmesano: El sabor salado del jamón crudo se equilibra con el toque picante de la rúcula y el sabor intenso del parmesano.
Scones con queso de cabra, higos caramelizados y reducción de aceto balsámico: Una combinación gourmet, con el sabor intenso del queso de cabra y la dulzura de los higos caramelizados.
Scones con palta, tomate cherry y semillas de sésamo: Una opción fresca y saludable, con la cremosidad de la palta y la acidez del tomate cherry.
Scones con cebolla caramelizada, panceta crocante y queso gruyer: Una combinación intensa y reconfortante, con el dulzor de la cebolla caramelizada y el sabor ahumado de la panceta.
Para quienes les gusta lo Agridulce:
Scones con queso brie y chutney de mango: La cremosidad del queso brie se complementa con el toque agridulce y exótico del chutney de mango.
Scones con queso azul y peras caramelizadas: El sabor intenso del queso azul se equilibra con la dulzura y textura suave de las peras caramelizadas.
Scones con jamón cocido glaseado con miel y mostaza: El glaseado le aporta un toque agridulce al jamón cocido, creando una combinación deliciosa.
Almacenamiento y Duración
Los scones integrales caseros son una delicia que se disfruta mejor recién horneados, pero con el almacenamiento adecuado, podés mantenerlos frescos y sabrosos por más tiempo. Aquí te presentamos una guía completa para conservar tus scones en óptimas condiciones:
Temperatura Ambiente:
Recipiente hermético: La clave para mantener los scones frescos a temperatura ambiente es almacenarlos en un recipiente hermético. Esto evita que se sequen y que absorban olores de otros alimentos.
Papel absorbente: Para evitar que la humedad se acumule dentro del recipiente, coloca una servilleta de papel absorbente en el fondo. Esto ayudará a mantener los scones secos y evitará que se pongan blandos.
Duración: Los scones integrales caseros se conservan bien a temperatura ambiente durante 2-3 días. Después de este tiempo, pueden comenzar a perder su frescura y textura.
Lugar fresco y seco: Guardá el recipiente en un lugar fresco y seco, lejos de la luz solar directa y de fuentes de calor.
Duración: Los scones integrales se conservan bien a temperatura ambiente durante 2-3 días. Después de este tiempo, pueden comenzar a perder su frescura y textura.
Lugar fresco y seco: Guardá el recipiente en un lugar fresco y seco, lejos de la luz solar directa y de fuentes de calor.
Heladera:
Recipiente hermético o bolsa: Si preferís conservarlos por más tiempo, podés guardar los scones en la heladera. Colócalos en un recipiente hermético o en una bolsa de plástico con cierre hermético.
Separación: Si guardas varios scones juntos, separarlos con papel de horno para evitar que se peguen.
Duración: Los scones refrigerados pueden durar hasta 5 días. Sin embargo, es posible que la textura cambie ligeramente, volviéndose un poco más densa.
Recalentar: Para disfrutar de los scones refrigerados, recalentalos en el horno o en el microondas hasta que estén tibios.
Congelador:
Envoltura individual: Para una conservación a largo plazo, la mejor opción es congelar los scones. Envolvé cada scone individualmente en papel film o papel de aluminio.
Bolsa para congelar: Coloca los scones envueltos en una bolsa para congelar con cierre hermético.
Duración: Los scones congelados pueden durar hasta 3 meses.
Descongelar: Para descongelar los scones, podés dejarlos a temperatura ambiente durante unas horas o recalentarlos directamente en el horno o en el microondas.
Consejos Adicionales para Mantener la Frescura:
Enfriar completamente: Asegurate de que los scones estén completamente fríos antes de guardarlos. El calor puede generar condensación, lo que hará que se pongan blandos.
No guardar calientes: Evitá guardar los scones calientes en recipientes cerrados, ya que el vapor los ablandará.
Recalentar para mejor textura: Los scones recalentados suelen recuperar su textura y sabor originales. Podés usar el horno precalentado a 180°C (350°F) durante 5-10 minutos, o el microondas durante unos segundos.
Variedad de almacenamiento: Considerá la frecuencia con la que consumís los scones. Si los consumís frecuentemente, la temperatura ambiente es suficiente. Si necesitas conservarlos por más tiempo, el refrigerador o heladera son mejores opciones.
Como reemplazar el azúcar de tus scones Integrales
Reemplazar el azúcar en la receta de scones integrales es posible y te permite adaptarla a diferentes necesidades dietéticas o preferencias de sabor. Aquí te presento algunas opciones y consejos para hacerlo:
Endulzantes naturales:
Miel:
Aporta un sabor característico y una textura húmeda.
Utiliza la misma cantidad que el azúcar, pero reduce ligeramente la leche si la masa queda muy líquida.
Sirope de arce:
Aporta un sabor acaramelado y una textura similar a la miel.
Utiliza la misma cantidad que el azúcar, ajustando la leche si es necesario.
Azúcar de coco:
Tiene un índice glucémico más bajo que el azúcar blanco y aporta un sabor ligeramente acaramelado.
Utiliza la misma cantidad que el azúcar.
Puré de frutas (banana, manzana, dátiles):
Aportan dulzor natural y humedad.
Utiliza puré de frutas maduras y reduce la cantidad de leche en la receta.
Dátiles: Los dátiles son una excelente opción para endulzar de forma natural. Se pueden utilizar en forma de pasta de dátiles o sirope de dátiles.
Endulzantes artificiales:
Stevia:
Es muy potente, por lo que necesitarás una cantidad muy pequeña.
Sigue las instrucciones del fabricante para la dosificación.
Eritritol o xilitol:
Tienen un sabor similar al azúcar y no afectan significativamente los niveles de azúcar en sangre.
Utiliza la misma cantidad que el azúcar.
Consejos importantes:
Ajuste de líquidos: Al usar endulzantes líquidos como miel o sirope, es posible que necesites reducir la cantidad de leche para evitar que la masa quede demasiado blanda.
Sabor: Algunos endulzantes alteran el sabor de los scones. Experimenta con diferentes opciones hasta encontrar tu preferido.
Textura: Algunos endulzantes pueden afectar la textura de los scones. Es posible que necesites ajustar la cantidad de harina o líquido para obtener la textura deseada.
Equivalencias: Es importante buscar las equivalencias de los edulcorantes que se utilicen, ya que no todos endulzan de la misma forma, y esto puede alterar la receta.
Recomendaciones adicionales:
Si utilizas puré de frutas, elige frutas maduras para obtener un mejor sabor.
Al usar stevia, comienza con una cantidad muy pequeña y ajusta según tu gusto.
Si buscas una opción más saludable, prioriza los endulzantes naturales como la miel, el sirope de arce, el azúcar caña integral o de coco.
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